martes, 26 de abril de 2011

Pedrito

La publicidad. Ese campo inabarcable. Oliver y Benji jugaban en un campo de fútbol inabarcable. Fútbol y publicidad. Los he unido así, en tres frases. Y no os habéis dado ni cuenta.


Ese primer tipo que pensó "¡Joder! Si un tipo cuerdo ve a Morientes anunciando Natillas, va a querer comerlas para parecerse a él lo máximo posible.¿Quién en su sano juicio no va a tener como principal objetivo de vida parecerse a Morientes? ¡¡¡¿¿¿QUIÉN???!!!". Ese primer tipo que fue escuchado. Ese primer tipo que sentó un nuevo precedente: LOS ANUNCIOS MIERDER CON FUTBOLISTAS.


Hoy nos detenemos en uno de ellos. Uno de Actimel de los que ya hemos hablado en anteriores ocasiones. En este caso con Pedro como protagonista. Escuchemos como Pedro se acerca a la plebe para contarle cómo era él en la infancia y cómo es ahora en la actualidad.





Es la hora de LAS CONCLUSIONES.


Pedro jugaba en su infancia en la calle. ¡Puta vida! Con "piedras improvisadas" además. Ya no es poner piedras para formar porterías sino poner cosas para fingir que son piedras para formar porterías. Sin importar las condiciones meteorológicas. Retando a los Dioses. Pedro era un héroe.


No parece que Pedro fuese el típico niño popular de la clase. Ese al que todos los chicos quieren caer bien y todas las chicas quieren abrazar. Ese Bertín Osborne de la infancia. "Mis dos compañeros inseparables eran Actimel y el balón". Pedro no tenía más amigos que una puta pelota y una bebida energética. Luego es probable que jugase con "piedras improvisadas" él solo. Bajo la lluvia. Un pequeño Pedro diciendo "Eres mi mejor amigo y nunca nos separaremos" a un puto envase de Actimel vacío. Visualizadlo.


Una vez visto su pasado, pasemos a su presente. Fijémonos en la nevera de Pedro.




Enfrente suyo podemos ver unos Actimel. A su derecha más Actimel. Justo encima de esos Actimel otros Actimel de diferente sabor. A la derecha de esos Actimel tres botellas de agua. Arriba podemos ver algún yogur y también podemos reparar en unos tomates de un tamaño extraordinario.


Podemos empezar a considerar la teoría de que Pedro sufrió bullying en su infancia. Un abuso que ha provocado secuelas. Realmente piensa que el Actimel es el único amigo que tiene y el único en el que puede confiar. Llena sus neveras de Actimel y no puede dejar de tomarlos. Siente la oblligación de tomarlos. Dejar de hacerlo sería traicionar a su único amigo de verdad. "Para mi, Actimel es fundamental". No dice "el Actimel", dice "Actimel". Como si fuera un nombre propio.


Pedro en su habitación.





Ese edredón. Probablemente jamás lo ha cambiado. Lo tiene desde su más tierna infancia. Esa infancia que no puede dejar atrás. Esos trofeos tan extraños... ¡Pero si hay uno que es como una mascara rara! Como un síndrome de Diógenes de títulos. "Tengo que guardar mis trofeos para demostrar que ese niño que no contaba con el favor de la sociedad ahora os ha dado en toda la boca, hijos de puta" parece querer decirnos Pedro. "Y los guardo en mi habitación al lado de mi cama de toda la vida justo detrás de una foto mía, creo, y un balón firmado pero de estos que venían con el periódico del barrio, ¿Quién me lo iba a firmar sino? ¿Mis amigos QUE JAMÁS HE TENIDO?".


Como conclusión definitiva quedémonos con estas palabras del propio Pedro:


"Te acuerdas de MUCHA GENTE... Del camino QUE HA SIDO MUY DURO. Si NO TE ENCUENTRAS BIEN pues es difícil que el resultado sea bueno. Un niño de Abades, que pudiera llegar tan lejos... NO SE LO ESPERABAN"



Pedro rezuma odio y rencor. Le da igual haber ganado seis títulos en una temporada. Le da igual jugar en el que muchos dicen es el mejor equipo de la historia. Le da igual haber ganado el único Mundial que tiene su selección, siendo titular en los momentos clave. Le da igual todo eso. Él sigue acordándose de esas tardes bajo el duro granizo frente a su balón y a su Actimel. Esperando una respuesta de ellos. Un ligero movimiento espontáneo que significase que habían cobrado vida y que podía tener un amigo real y que jamás llegó. Pedro no va a parar hasta que su venganza sea saciada.


Mirad detenidamente este rostro:





LOS HABITANTES DE ABADES TIENEN LOS DÍAS CONTADOS.

3 comentarios:

  1. Así me gusta, haciendo caso!

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  2. No entiendo este afan por atacar a pedro, es un tio guapo y listo donde los haya, hasta podria pasarse por un mosqueperro...
    (Voy por buen camino, no?)

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  3. Quiero mi entrada o dejo el blog...

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